Cerrar los capítulos del pasado, implica dejar de invertir energías rememorando alguna herida o experiencia negativa ocurrida en nuestra historia de vida. Marta Matarín, nos explica cómo cerrar capítulos del pasado a través de la meditación, como herramienta de desarrollo personal y de sanación holística.
Vuelven situaciones: señales de que debes cerrar capítulos
Un indicador de que no se ha cerrado un capítulo en tu vida, es que aunque hayas realizado un cambio en el mundo exterior (mudarte, cambiar de empleo, casa, pareja, etc), la situación se repite una y otra vez en un patrón claro, que es fácil de identificar, para quien logre tomar la distancia de un observador. Esto genera sentimientos no resueltos que ponen a prueba lo mismo. Parece, pues, que fuese una situación que llevas en la mochila a donde quiera que vayas, generando los mismos sentimientos negativos: una herida en el corazón y sientes que rozas con las cosas.
Esto es una clara señal de que debemos cerrar capítulos, reflexionar sobre esta situación. Pero antes debemos estar preparados para hacerlo, pues, no basta con tomar conciencia de cerrar el ciclo, nuestra mente debe trabajar en ello con disciplina y paciencia.
La meditación como herramienta: fortalécete por dentro antes de abordar el problema
La meditación, te prepara para abordar estos problemas, no los resuelve, pero te fortalece para que logres abordarlos de una manera positiva, y desde una perspectiva sanadora. Esto es, ver la situación como un observador desapegado. Asimismo, incrementará tu auto respeto y confianza, y en la medida que esto ocurra, también aumentará el respeto hacia los demás.
Reflexionando sobre la experiencia
Luego de tomar distancia de observador de la situación rememorada, pregúntate qué te ha enseñado esa situación superada. Asimismo, puedes pedir que la energía suprema le añada luz y sabiduría a esa situación, pero sin prisa.
Llenando espacios
Esos recuerdos hirientes ocupan espacio y energía en nuestra mente. Una vez has cerrado ciclos, estás list@ para dejar que esos espacios sean ocupados por otras experiencias propias del vivir en el presente y que generan una energía diferente, de más alta vibración. Deja que el espacio que ocupan esos recuerdos del pasado se llene de energía positiva, y luego vuelve a esos recuerdos pero desde otra actitud, ya no reviviendo las emociones negativas, sino desde una actitud sanadora.
Tal vez sea un capítulo de miedo, tristeza, rencor o resentimiento. Una vez que se cierre, que se llene de otro tipo de pensamientos, verás cómo se van abriendo otros capítulos: piensa cómo te gustaría ser a nivel de actitud, qué te gustaría experimentar. Poco a poco, irá surgiendo una reflexión sobre aquello que deberías soltar y lo que deberías experimentar más en tu camino de evolución personal y progreso espiritual.
Ayudar a otros
Cuando te permites cerrar capítulos, señala Marta Matarín, permites a otros cerrar los suyos. Cuando eres valiente para perdonar, estás facilitando a los demás perdonarse. Hazlo liberándote de expectativas, pues, sobre lo único que puedes tener control es sobre tu propio proceso de sanación. Confía en ti, en la divinidad, en la energía universal, confía en la vida. Lo que buscas es trascender una experiencia cuyo recuerdo se arraiga como un apego doloroso, y la meditación es una gran herramienta para hacerlo.
Como conclusión, te recomiendo que utilices la meditación como herramienta para tu proceso de sanación y verifica por ti mism@ el bienestar que te produce el soltar heridas, miedos del pasado a través de un cambio de pensamientos o perspectiva que te generará a su vez otro tipo de energía.
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