La enfermedad y los pensamientos negativos pueden alimentarse mutuamente, creando un círculo vicioso que puede ser difícil de romper. Cuando una persona está enferma, es normal experimentar pensamientos negativos sobre su situación. Estos pensamientos pueden incluir sentimientos de miedo, ansiedad, tristeza o desesperanza.
Los pensamientos negativos, a su vez, pueden empeorar los síntomas físicos de la enfermedad o incluso fomentar el inicio de alguna enfermedad o dolencia. Por ejemplo, si una persona está ansiosa, puede tener problemas para dormir, lo que puede conducir a fatiga y a una mayor vulnerabilidad a la infección. Además, los pensamientos negativos pueden hacer que la persona se sienta menos motivada para cuidar de su salud, lo que puede retrasar la recuperación.
¿Cómo romper el círculo vicioso?
Para romper el círculo vicioso de la enfermedad y los pensamientos negativos, es importante identificar los pensamientos negativos que están causando problemas. Una vez identificados, se pueden comenzar a desafiar estos pensamientos con pensamientos más positivos y realistas.
Aquí hay algunos consejos para desafiar los pensamientos negativos:
-Pregunta si tus pensamientos son realistas. ¿Hay alguna evidencia que apoye tus pensamientos? Si no, es probable que sean imaginarios o irracionales.
-Busca pruebas que refuten tus pensamientos. ¿Hay algo que indique que tus pensamientos no son ciertos?
-Considera otras posibilidades. ¿Hay otras explicaciones para lo que está sucediendo?
-Concéntrate en lo que puedes controlar. No puedes controlar todo lo que te sucede, pero puedes controlar cómo reaccionas ante ello.
-Repite mantras, frases de poder, con pensamientos positivos contrarios a los negativos que puedas estar teniendo.
-Además de desafiar los pensamientos negativos, también es importante cuidar de tu salud física y mental. Esto incluye hacer ejercicio, tener una dieta saludable, dormir lo suficiente, fomentar actividades que te generen bienestar y buscar ayuda profesional si la necesitas.
La paradoja del control y los pensamientos negativos
La paradoja del control, atañe a cultivar la capacidad de ocuparnos solo de aquello que podemos controlar, y de no preocuparnos por lo que está fuera de nuestro control. En niveles de control, nuestros pensamientos y actitudes hacia los acontecimientos externos presentan un mayor nivel de control, en tanto que sobre los acontecimientos externos no siempre tendremos control, sobre todo si no dependen de nosotros, o este será parcial y con efectos algunas veces inciertos sobre nuestras acciones. Esta paradoja se conecta con el vivir en el presente, el aquí y el ahora, que es el único lugar en donde realmente podemos vivir. Esta reflexión, con sus variantes, se encuentra no solo en las filosofías orientales, sino que también en la filosofía occidental con el estoicismo.
Promover la auto-sanación
El placebo, es una medicina inocua y sin efectos que se le suministra a un paciente sin que este sepa que no tiene efecto alguno sobre su enfermedad. El placebo, no obstante, sí que tiene efectos. Muchos pacientes, de hecho, mejoran con el placebo. La creencia de que van a mejorar y la confianza en la eficacia del tratamiento mejora su ánimo, su sistema inmune y, por consiguiente, su capacidad de regeneración y autosanación
A este respecto, Joe Dispenza, en su libro el placebo eres tú, propone, -en términos generales y explicado de manera sucinta-, que podemos mentalizarnos para activar nuestra capacidad de autosanación tal como ocurre con los efectos del placebo.
Terapias holísticas y autosanación
Las terapias holísticas, promueven el bienestar general y la autosanación. Las prácticas espirituales incorporadas al día a día, como lo pueden ser el yoga y la medicación, restablecen nuestro equilibrio holístico y nos protegen del desequilibrio a todos los niveles: físico, energético, mental y espiritual.
Las terapias holísticas, siguiendo las investigaciones de J. Dispenza, pueden activar los mismos mecanismos de autosanación del placebo. Pero además, practicadas con regularidad, generan beneficios sorprendentes.
Hay enfermedades con diferentes tipos de gravedad, en las cuales, el círculo vicioso de pensamientos negativos es muy normal. No obstante, la aproximación a las terapias holísticas ofrece una alternativa de acompañamiento que resulta ser decisiva en la energía y disposición que puede tener un paciente para abordar la enfermedad y ayudar a desprogramar los pensamientos negativos.
En conclusión
La enfermedad y los pensamientos negativos pueden estar estrechamente relacionados. Al identificar y desafiar los pensamientos negativos, y al cuidar de tu salud física y mental, puedes romper el círculo vicioso y mejorar tu bienestar.
Los síntomas de enfermedad, también lo son de desequilibrios en nuestros sistemas energéticos, espiritual, mental y biológico. Dichas dimensiones de nuestro ser se encuentran estrechamente vinculadas, por consiguiente, escapar del círculo vicioso del pensamiento negativo ante la enfermedad es un gran reto. Las terapias alternativas e incluso los textos que nos invitan a reflexionar sobre los ciclos de la vida como las cuatro nobles verdades del budismo, son un excelente aliado para abordar la enfermedad desde una perspectiva holística que contribuya a la capacidad del cuerpo para autosanarse.
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