La resiliencia, es la capacidad que poseemos para sobreponernos a situaciones traumáticas y adversas. En otras palabras, es la habilidad para seguir adelante pese a las dificultades, saliendo fortalecidos y con más sabiduría.
¿La resiliencia es una cualidad con la que nacemos?
La resiliencia es considerada una capacidad natural del ser humano. No obstante, esto no implica que no se pueda potenciar o desarrollar. Antes bien, existen hábitos, creencias y actitudes que fomentan la resiliencia.
La resiliencia involucra ver las cosas que acontecen desde una perspectiva optimista. Sin embargo, no es un optimismo que niegue las contingencias, percances o dificultades del devenir. Es más bien una actitud positiva de fe y certeza para superar la adversidad, manteniendo siempre la esperanza, y una actitud adecuada que nos permita retornar al equilibrio emocional y energético. Bajo este orden de ideas, se tiene que ningún estado es permanente, el dinamismo parece ser la única constante. Entenderlo, es un buen punto de partida para un enfoque filosófico más resiliente. Así, pues, mientras no podemos tener el control sobre todo lo que acontece, podemos decidir la actitud bajo la cual vamos a encarar las adversidades.
Resiliencia y búsqueda del sentido
El psiquiatra Viktor Frankl, famoso por haber sobrevivido a dos campos de concentración durante la Segunda guerra Mundial, sentó las bases de una teoría sobre la resiliencia que denominó logoterapia. La logoterapia se basa en la búsqueda de un sentido existencial. Según Frankl, la búsqueda de sentido no solo es un problema filosófico trascendental que ha acompañado a la humanidad desde siempre, también es el principal motor para el desarrollo de la resiliencia. Según el planteamiento de la logoterapia, encontrar el sentido de nuestras vidas, cualquiera que fuere, es una de las tareas fundamentales para todo ser humano, para su desarrollo espiritual y su crecimiento personal.
Desde un enfoque si se quiere más biológico, la resiliencia se vincula a la capacidad de adaptación a los cambios en aras de la supervivencia. La resiliencia, desde un punto de vista amplio, es un proceso de adaptación a la adversidad, habida cuenta de que sus efectos -traumas e impactos a todo nivel, pueden persistir.
Resiliencia y neurociencia
La neurociencia tiene mucho que decir sobre la resiliencia. Los niveles de resiliencia se manifiestan a nivel biológico, neurofisiológico y endocrino. De este modo, ante determinados estímulos del entorno en el que vivimos, se activan mecanismos neuroquímicos que pueden contribuir o no a la resiliencia.
Los traumas, activan procesos en la memoria, y pueden activar varias partes del cerebro como la amígdala, el lugar azul, el locus cerúleo y el neocortex. Desde hace varios años se vienen estudiando los neuroquímicos que acompañan al sufrimiento psicológico. El cortisol, parece ser un neurotransmisor siempre presente en el proceso de estrés e impacto emocional, siendo que un nivel elevado de este, puede llegar a disminuir nuestra capacidad de resiliencia.
¿Qué herramientas puedo emplear para desarrollar la resiliencia?
La meditación y el ejercicio físico han sido dos medio probados por la ciencia para lograr tal propósito. En efecto, meditar es una de las mejores maneras de incrementar nuestra resiliencia, reestructurando de manera positiva nuestra química cerebral. Asimismo, gracias a la meditación, se fomenta la neuroplasticidad del cerebro, esto es, la capacidad pare generar nuevas neuronas y sinapsis.
La meditación mejora notablemente los aspectos claves para la resiliencia: la introspección, la empatía, la consciencia del presente, la tolerancia a la frustración, la flexibilidad y la perseverancia. Quizás, entre estos elementos, el más importante sea la empatía, puesto que se expresa en actos que no solo mejoran la resiliencia a un nivel personal, sino que también repercuten positivamente en la resiliencia social; la capacidad de recuperación de una comunidad.
Solicitar ayuda y apoyo es algo que todos necesitamos en algún momento de la vida y tal vez más en este que estamos viviendo. La buena noticia es que todos poseemos la habilidad de la resiliencia, pero como cualquier habilidad, hay que desarrollarla. Quizás pueda interesarte la promoción de cuarentena de terapias online, para aumentar la resiliencia y poder sobrellevar esta coyuntura con la mejor actitud y las mejores energías para salir reforzados de este momento.
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