En la atribulada vida moderna de las urbes -en medio de fechas límites de entrega, el estrés laboral y las labores diarias-, pareciera no haber espacio para encontrarse consigo mismo, para la introspección y el desarrollo espiritual. ¿Cómo encontrar tiempo para estar con nosotros mismos? ¿Cómo hallar espacios para la conexión espiritual y el autoconocimiento? En el siguiente artículo, se abordará de manera breve este tema, el cual, atañe en cierta medida a un problema práctico. Se asocia a los modos de vida modernos y su impacto en nuestro desarrollo espiritual.
¿Es posible el crecimiento espiritual en las ciudades?
Cuando pensamos en el desarrollo espiritual, normalmente acude a nuestras mentes alguien aislado del contexto social bullicioso de la ciudad. Tal vez un monje tibetano, o algún asceta apartado en algún templo. Pese al imaginario popular, no es necesario irse de peregrinación para realizar prácticas espirituales o alcanzar niveles de desarrollo espiritual. Esto es muy importante tenerlo claro, pues, muchas veces, no disponemos de tiempo o dinero para apartarnos del contexto citadino. La necesidad de trabajar nos invita a generar estrategias para lidiar con el estrés y poder ir encontrando refugios para estar con nosotros mismos, lugares íntimos de tranquilidad en donde podamos realizar prácticas espirituales. Estas estrategias son formas de gestionar el tiempo y que a muy corto plazo nos generan grandes estados de bienestar.
Un descanso más que una responsabilidad
Todas las prácticas espirituales involucran la incorporación de hábitos. Estos hábitos, no obstante, no han de verse como una responsabilidad, antes bien, las prácticas espirituales, tales como la meditación, el yoga o la relajación, son en realidad un descanso. Es una forma de descansar nuestras mentes; un tipo de higiene mental del día a día. Verlo de esta manera, te permitirá realizar estas actividades con menos fricciones mentales que si lo viéramos como un esfuerzo. Además nos recargan energéticamente, por lo tanto, podemos lograr mayor eficiencia en nuestras labores diarias.
Comenzar a incorporar prácticas espirituales
Una de las mejoras maneras para gestionar el tiempo necesario para poder realizar nuestras prácticas espirituales, es eligiendo una hora fija en la que nos dedicamos a eso. No importa que sean 5 o 10 minutos, lo importante es que sea un momento de tranquilidad, solo para ti, en el que puedas estar a gusto, preferiblemente a una misma hora cada día.
Plantéate, por ejemplo, meditar cada día durante 20 días en las mañanas antes de comenzar tus actividades diarias o las noches al regresar del trabajo. La repetición hará que vayas incorporando el hábito. En ese instante desconéctate de todo; redes sociales, trabajo, internet, responsabilidades del hogar. Busca ese espacio para estar contigo mism@, no importa que tan breve sea.
Leer también: La meditación como herramienta para el autoconocimiento
La espiritualidad es una necesidad
La espiritualidad es una necesidad humana que a veces no se toma en cuenta en la formas de vida moderna. Todo esto deviene en conductas anómicas, ansiedad, angustia, estrés, vacío de sentido y crisis existenciales. Las preguntas filosóficas trascendentales acuden a nosotros cuando hay inconvenientes y adversidades, y aquellos que han hecho de la espiritualidad una práctica, tienen más herramientas psicológicas, de información de sabiduría y energéticas para mantener su bienestar, coherencia y equilibrio ante cualquier acontecimiento externo. No por nada a lo largo de la historia los grupos humanos se han aproximado a la espiritualidad como una parte sustancial de sus vidas, una parte que a veces pareciera extirpada de la vida moderna.
Gestionar el tiempo de manera adecuada para incorporar estas herramientas para vivir mejor, es la única manera de poder conciliar dichas herramientas con la vida moderna. No existe una única fórmula, kaizen, la regla del pomodoro, las recetas estoicas, y las que te proponemos acá. Lo importante es la disposición y entender que la espiritualidad -siendo una necesidad-, amerita su tiempo.
Cunado comienzas a practicar, si encuentras dificultades al principio, ya que todo comienzo es difícil, puedes buscar la asistencia de un facilitador o terapeuta. Puedes comunicarte conmigo, te guiaré en los primeros pasos en la práctica espiritual que sientas más afín a tu ser y a tu situación actual de vida. Tengo mi consultorio en el barrio de Salamanca en Madrid o en forma virtual si te viene mejor.
Dale click al botón para ver las terapias alternativas:
Comentarios recientes