El pensamiento positivo es una poderosa herramienta para mejorar nuestro ánimo. No es raro que siempre venga acompañado del entusiasmo y la felicidad. Nuestros pensamientos tienen una incidencia directa en nuestras emociones y en la neuroquímica de nuestro cerebro.
Pensamiento positivo y felicidad: una mirada sobre las cosas
El pensamiento positivo es un enfoque optimista sobre las cosas que influye directamente en la felicidad. Involucra gratitud hacia la vida y una actitud que promueve el bienestar. Desde un punto de vista analítico, la realidad puede ser vista desde distintas perspectivas, siendo cada ángulo una interpretación valedera. No obstante, es la perspectiva optimista la que más contribuye a nuestro bienestar y felicidad en el largo plazo. Este enfoque permite mantener una buena actitud ante las circunstancias externas adversas de la vida -aquellas que pueden escapar de nuestro control- a la vez que mejora nuestra disposición y bienestar en circunstancias normales; dicho, de otro modo, predispone a realizar acciones que redundan en el beneficio social y en el bienestar.
Prepararse para el pensamiento positivo
Para pensar positivo, hay que aprender a lidiar (e incluso eliminar) con los pensamientos negativos. Pero cómo hacerlo si estos acuden a nuestra mente sin control, de manera inconsciente; si te digo, por ejemplo, que no pienses en el elefante rosado, probablemente pensarás en el elefante rosado de manera automática.
Los pensamientos negativos pueden acudir como un estornudo, sin ser invitados, por esta razón es bueno restarles importancia. Hay que aceptarlos y dejarlos ir, no aferrarse a ellos. A este respecto, la meditación y el yoga resultan ideales para controlar el torbellino incesante de pensamientos, restarles importancia y, -con el paso del tiempo y la práctica-, eliminar los pensamientos negativos. Con la meditación vamos logrando, además de producir menos cantidad de pensamientos, que los que vayan llegando sean positivos y que nos generen bienestar y paz.
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El hábito de meditar y el yoga, trae consigo un estado de paz y tranquilidad que en sí mismo atañe a pensamientos positivos y a vibraciones de elevadas frecuencias. Por consiguiente, el desarrollo espiritual y la sabiduría están relacionados con estados de salud, paz y pensamientos felices. Poco a poco se irán prolongando al máximo los instantes de felicidad y de tranquilidad.
El yoga y la meditación, podrían considerarse, pues, las artes y ciencias de la felicidad.
El hombre más feliz del mundo
Matthieu Ricard, bioquímico y monje budista, según la neurociencia, es el hombre más feliz del mundo hasta donde se ha estudiado. Ricard, es un asiduo practicante de la meditación durante años, y ha colaborado con investigadores de neurociencia para develar qué sucede en el cerebro de un meditador profesional.
Los resultados son sorprendentes, el cerebro de los meditadores profesionales es distinto, presenta cambios estructurales importantes. El cerebro del meditador se ha transformado con el hábito de meditar y le permite ser más feliz ante cualquier situación; disminuye el tamaño de la amígdala (estructura cerebral que controla las reacciones de miedo, ansiedad y estrés), incrementa la masa cerebral en algunas áreas vinculadas a funciones cognitivas superiores y hay estudios que sugieren que previene la pérdida de masa cerebral que suele verse con la vejez.
La noción de felicidad de Ricard, cabe resaltar, se aleja del hedonismo, se acerca a la ataraxia griega y se acerca más a una definición pragmática de la felicidad que deviene del hábito de cultivar prácticas como la compasión y la meditación. En palabras de Ricard:
“La felicidad no es simplemente una sucesión interminable de sensaciones placenteras, lo que parece más bien una receta para el agotamiento. Es más bien una forma óptima de ser que resulta del cultivo de muchas cualidades fundamentales como el altruismo, la compasión, la libertad interior, la resiliencia, el equilibrio emocional, el equilibrio interior, la paz interior y otros. A diferencia del placer, todas estas cualidades son habilidades que pueden cultivarse mediante la práctica y el entrenamiento de nuestra mente.”
Hilando fino sobre la felicidad
Según Gerardo Schmelding Torres, humanista, filósofo y sociólogo, la felicidad es un estado interior que se logra a través de comprender en profundidad lo que significa ser almas encarnadas en un cuerpo físico evolucionando en la tierra. Según sus palabras:
“Felicidad, es un estado de dicha profunda; fecundidad fruto de una virtud interna en la que existe una comprensión total y no hay sufrimiento. Es un estado mental de equilibrio desde el que se tiene la capacidad para valorar, aprovechar y disfrutar de todo lo que existe y sucede en nuestras vidas.”
Para entender en mayor profundidad esta definición de felicidad de Gerardo es importante tener en cuenta su percepción del sufrimiento.
“Sufrimiento, sentimiento (en la mente) ante aquello que no puede aceptar. Es posible la existencia de dolor (físico) sin sufrimiento (mental) – y no desciende la energía vital – y también del sufrimiento sin dolor, y desciende la energía vital. El sufrimiento se basa en no aceptar algo que ya ha ocurrido en nuestras vidas”
Por lo tanto, como recomendación final, la meditación es una poderosa herramienta para generar pensamientos positivos y de alta frecuencia energética, lo cual, nos genera estados de felicidad y bienestar en nuestras vidas. Si eres principiante, la meditación guiada te dirige a producir pensamientos espirituales, positivos y beneficiosos. Es una experiencia para darte cuenta que existe otra realidad, otro nivel de consciencia, el cual, te va a ayudar a manejar mejor la vida diaria, es una energía recargadora, regeneradora.
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