Desde tiempos remotos, los delfines han causado la admiración de los humanos. Muchas leyendas y mitos los conciben como enviados de los Dioses para orientar a las personas en sus vidas.
Los delfines son animales sociales. Tienen uno de los cerebros más grandes y complejos del reino animal, además de poseer una gran inteligencia. Asimismo, son animales juguetones y muy comunicativos. En efecto, diversas investigaciones subrayan que la inteligencia de los delfines es la más cercana a la de los humanos -habida cuenta de que son animales gregarios, y con una capacidad comunicativa bastante desarrollada. Los delfines son seres altamente empáticos, pudiendo sensibilizarse aún por animales que no pertenecen a su especie.
Los cetáceos y, en especial los delfines, son seres que emiten frecuencias de alta vibración. Estos animales, han dado muestras de poseer gran empatía y un elevado nivel de conciencia. Algunas creencias relacionan las frecuencias vibratorias de los cetáceos con la estrella Sirio. Otras tradiciones culturales, de igual modo, les dan un sitial especial entre las criaturas de la tierra, adjudicándoles la misión de guiar a los seres humanos en su proceso evolutivo.
Comunicación de los delfines
La comunicación de los delfines es un misterio. No fue sino hasta la Segunda Guerra Mundial que, al intentar localizar submarinos, se pudo escuchar el sonido de los delfines por accidente. Método que sería posteriormente de gran utilidad para los biólogos marinos y otros científicos dedicados a estudiarlos.
Los delfines son miopes. Su visión de lejos es muy escasa. En cambio, cuentan con un sonar biológico incorporado que les permite localizar objetos, e incluso, escanear estructuras a través del rebote de las ondas sonoras sobre su anatomía auditiva especializada, muy parecido a la de los murciélagos y submarinos. Asimismo, esto les permite comunicarse entre sí.
Una de las cosas más curiosas de la comunicación de los delfines es que, en realidad, no poseen cuerdas vocales. No obstante, esto no les imposibilita de emitir una amplia variedad de sonidos, los cuales, pueden escucharse hasta a 3 kilómetros de distancia submarina.
Historia y mitos de los delfines
Los delfines aparecen en diversas historias y mitos alrededor del mundo. Muchas culturas han reconocido en estos animales, seres realmente especiales, y les han otorgado un lugar muy importante en sus mitos y tradiciones mágico-religiosas. Desde África, en donde se han hallado petroglifos de delfines, hasta la antigua Grecia, en donde se relata la estrecha relación entre humanos y delfines, estos animales extraordinarios han absorbido la imaginación del ser humano. Así, por ejemplo, el famoso oráculo de Delfos, dedicado al Dios Apolo, le debe su nombre al mito de transformación de Apolo en delfín para guiar y orientar a los cretenses. Así, también, muchas sociedades han visto en el delfín un símbolo de la iluminación, e incluso, de la reencarnación. Por otra parte, muchos chamanes, dentro de las tradiciones religiosas chamánicas, buscan comunicarse con los delfines en sus estados de trance para conectar con sus vibraciones energéticas elevadas.
De guías espirituales a socorristas
Además de ser animales considerados guías espirituales por muchas sociedades, los delfines, misteriosamente, rescatan a las personas en el mar. Y no son casos aislados, los casos de humanos rescatados por delfines ascienden a unos 1000 por año, entre buzos y personas en naufragios. Es, quizás, por esta razón, que la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia los ha clasificado como personas no humanas, categoría que busca protegerles internacionalmente del maltrato y de posibles abusos humanos.
Tal parece que estos cetáceos logran escanear la estructura ósea de los humanos en el mar con su sonar incorporado, y reconocen una estructura similar a la de su especie, siendo esta una de las hipótesis que se manejan del por qué los delfines ayudan a los humanos en peligro. Bajo esta línea de argumentos, los delfines tienen la capacidad de ahuyentar a los tiburones que pueden verse atraídos por los naufragios.
Finalmente, los delfines, qué duda cabe, son criaturas especiales que expresan algunas cualidades aún inexploradas, y vibraciones de frecuencias elevadas. Poseen un elevado nivel de conciencia de sí mismos y de su entorno y, por consiguiente, una especial conexión con los humanos. Por lo tanto, podemos aprender de ellos y hacer lo posible por vibrar alto en nuestro día a día. De esta manera, como los delfines, tendremos siempre una sonrisa en la cara.
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