¿Has escuchado alguna vez decir eso de que el mar todo lo cura? La creencia es muy antigua. Ya para el siglo XVIII, los médicos recomendaban a sus pacientes visitas al mar como parte de la terapia de recuperación. Pero ¿qué hay de cierto en todo esto?
Proyecto Bluehealth y efectos terapéuticos del mar
El proyecto Bluehealth, es una investigación sobre cómo el ambiente afecta la salud de las personas. En especial, se ha centrado en descubrir los efectos terapéuticos del mar, de ríos y de lagos, a los que han denominado espacios azules. Este proyecto, está liderado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter en Cornwall (Reino Unido), y cuenta también con reconocidos investigadores de varios paises europeos.
Las investigaciones del proyecto Bluehealth, han confirmado la creencia popular sobre los efectos terapéuticos del mar. Los estudios demostraron que el sonido del mar estimula una parte de la corteza prefrontal del cerebro vinculada al autoconocimiento y a la sensación de bienestar. Asimismo, los efectos terapéuticos del mar demostraron disminuir los niveles de cortisol, una de las hormonas asociadas con el estrés. Por consiguiente, el mar induce a una sensación de calma y tranquilidad.
Espacio, hábitat y salud: los efectos terapéuticos del mar desde una perspectiva holística
La relación sistémica del ser humano con el todo, quizás encuentre su máxima expresión en su integración y adaptación al medio ambiente, misma que pasa por un proceso de manipulación y control de los recursos naturales para la supervivencia. El ser humano, a diferencia del resto de animales, puede llegar a modificar la geografía e impactar al medio ambiente de una manera importante. Sin embargo, con el cambio de consciencia en relación a cuidar el planeta en que vivimos, es de esperarse que el impacto sea cada vez menor. Bajo este orden de ideas, se tiene que de la armonía y el equilibrio con el todo -es decir, del equilibrio del ecosistema- ha dependido siempre la supervivencia del ser humano. Entendiendo cada vez más que podemos vivir en armonía y equilibrio con el medio ambiente.
Así, pues, los espacios para habitar siempre han sido simbolizados y enarbolados como elementos relacionados a la supervivencia y, por tanto, a nuestra salud. Se integran de manera indisoluble a nuestros modos de vida. De hecho, los espacios ocupan un lugar importante en nuestras mentes y en nuestra memoria, nuestra vida y hasta nuestros recuerdos se ubican en espacios determinados; lugares en los que hemos vivido o en los que hemos estado. A este respecto, el Feng Shui, por citar tan sólo algún ejemplo, es un saber milenario que se basa en la necesidad de fomentar el bienestar y la salud mejorando las condiciones de los espacios habitables.
Nuestro entorno, que duda cabe, tiene un impacto en nuestra psicología, que a su vez influye en nuestras emociones, pensamientos y en nuestra energía. Así, pues, los efectos terapéuticos del mar pueden mejorar nuestra calidad de vida de manera sustancial, siendo lugares muy recomendables para procesos de rehabilitación, aumentando nuestro campo energético, tras algún desequilibrio sistémico en nuestro organismo que haya encontrado expresión en algún padecimiento.
Los efectos terapéuticos del mar, ya destacan entre los beneficios del contacto con los entornos naturales que ha llevado a incorporar más áreas verdes dentro de la planificación urbanística de algunas ciudades. Quizás no debería resultarnos para nada raro que los entornos naturales favorezcan nuestra salud, por cuanto hemos evolucionado como especie en entornos naturales. La evidencia científica de Bluehealth, confirma la articulación sistémica entre los parajes próximos al mar, nuestras emociones y la química de nuestro cuerpo. Esta unidad con el todo y con la naturaleza -entendiéndonos como seres donde lo emocional, mental, físico y espiritual está integrado- es, de hecho, una de las bases de las terapias holísticas.
Un lugar ideal para meditar
El efecto relajante del sonido del mar lo convierte en un espacio ideal para meditar. Meditar cuenta con una gran variedad de beneficios comporbados por la ciencia, los cuales, actuando junto a los efectos terapéuticos del mar, sólo pueden potenciarse. Así es que la próxima vez que vayas a la playa, busca algún lugar en donde puedas escuchar el ir y venir de las olas en la playa, y prueba meditar con algunas de las formas de meditación que te sugiero a continuación: Diferentes tipos de meditación
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