La palabra yoga significa unión, lo cual, hace referencia a la unidad entre la conciencia individual con el todo universal. Si bien suele pensarse que el yoga atañe tan sólo a una serie de movimientos y posturas similares a una gimnasia en cámara lenta para elongar el cuerpo (los asanas), en realidad, esto es tan solo su lado más superficial pues el yoga es, ante todo, una práctica espiritual para el desarrollo de la conciencia que además nos mantiene físicamente sanos por añadidura.
Centrar la energía en el interior: yoga para cambiar el foco de la energía
El yoga, en esencia, es una herramienta para el desarrollo espiritual y la elevación de la conciencia. Habida cuenta de la unidad entre cuerpo, espíritu y energías, el yoga busca redirigir hacia el interior las energías que normalmente enfocamos hacia la consecución de objetivos y deseos en el exterior. A este respecto, el yoga es como un vórtice energético cuya función es, ante todo, abrirnos a una nueva forma de percepción de la conciencia más allá de nuestros cinco sentidos, una percepción trascendental enfocada en nuestra interioridad. Bajo este orden de ideas, adquirir una mayor conciencia de nuestro ser interior, es conectar con el todo universal; la conciencia universal de la que formamos parte. Así, pues, el enfoque que nos brinda el yoga como herramienta espiritual es fundamentalmente holístico.
Yoga y meditación
El yoga es meditación en movimiento. Una antigua ciencia cuya práctica cotidiana nos ofrece un medio para acallar la mente y calmar la turbulencia natural de nuestros pensamientos. Los modos de vida modernos son agitados y no dejan lugar alguno para la quietud, la calma y la paz mental. El estar a gusto con uno mismo, en paz y calma, sin que ello dependa de las circunstancias externas de las cuales no tenemos pleno control, es un regalo que nos ofrece el yoga y que está al alcance de todos.
Al igual que la meditación, el yoga genera beneficios para nuestra salud sobradamente comprobados por la ciencia moderna. Pero el yoga, como se ha dicho, no solo beneficia nuestra salud -como de hecho sucede con cualquier ejercicio físico-, también armoniza nuestras energías y contribuye a nuestro desarrollo espiritual de una manera particular, por cuanto el yoga es una actividad meditativa que requiere de un elevado nivel de concentración en los movimientos y la respiración para poder realizarse de manera correcta.
Senderos del yoga
El yoga contiene varios senderos o ramas para alcanzar la unidad con la conciencia universal como principal objetivo. Estos senderos son, en sí mismos, ramas especializadas de esta ciencia.
Hatha yoga: involucra una serie de movimientos y posturas físicas llamadas asanas, destinados a purificar el cuerpo, promoviendo la percepción de los estados internos y preparándonos para la meditación.
Karma yoga: es el sendero del servicio desinteresado. Dar de manera desinteresada, nos aporta felicidad y salud y eleva nuestras energías. Esta es una de las máximas comunes de muchas prácticas espirituales, e incluso, de posturas pro-sociales laicas recomendadas para promover el bienestar.
Mantra Yoga: consiste en repetir ciertos sonidos de palabras cuya raíces representan aspectos particulares del espíritu. Estos sonidos, conocidos como japa, buscan centrar nuestra conciencia interior.
Bhatki yoga: es la senda de la devoción a Dios a través del amor hacia los seres y cosas de la creación.
Guiana Yoga: la senda de la sabiduría, comporta el uso de nuestro discernimiento y facultades de razonamiento e inteligencia discernidora para lograr la liberación espiritual.
Raja Yoga: es una síntesis de todos los senderos anteriores, los equilibra y los une. Atañe a formas específicas de meditación, para actuar sobre la energía y la conciencia.
Kriya Yoga: es una variante de meditación del Raja Yoga de unión con la conciencia universal.
Además de estos, hay muchos otros senderos del yoga, es importante elegir el que más te llame la atención.
El Yoga como herramienta espiritual es afín a las enseñanzas de los grandes maestros espirituales. Asimismo, las enseñanzas de Jesús, Buda y de algunos textos sagrados como el Baghavad Guita, no le son ajenas ni mucho menos inconexas. Antes bien, encuentran lugares comunes y senderos que convergen en tanto buscan promover el bienestar y el desarrollo de la conciencia, aliviando el sufrimiento y promoviendo el bienestar individual y comunitario en todas sus dimensiones.
Al practicar cualquiera de los senderos del yoga, es importante no ser demasiado exigentes con nosotros mismo al principio. El yoga, nos permite ir escalando en su práctica. Sin darnos cuenta, mejoraremos en la práctica conforme vayamos adquiriendo el hábito de hacer yoga. Los beneficios de las prácticas espirituales como el yoga, cabe decir, tampoco vienen de manera agitada ni en capsulas como las soluciones modernas que venden en los mercados, más bien son hábitos que vamos incorporando a nuestras vidas y que la mejoran notablemente en todos sus aspectos.
Como cualquier práctica, el primer paso es darnos cuenta que nos ayuda en todos los aspectos de nuestra vida y a partir de ese momento, integrarlo como un hábito saludable y practicarlo con constancia y paciencia. Así, sin darnos cuenta, será una actividad que tendremos integrada en nuestro día a día.
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