La respiración, es el proceso fisiológico más constante en nuestras vidas. No podemos pasar mucho tiempo sin respirar, nuestro cuerpo necesita de la respiración para poder abastecerse de oxígeno y nutrirse. Absorbemos oxígenos y liberamos dióxido de carbono cada vez que inhalamos y exhalamos. Asimismo, la respiración es necesaria para la oxigenación celular, uno de los procesos metabólicos básicos dentro del funcionamiento de nuestro organismo.
El oxígeno es el elemento fundamental para la vida y el principal nutriente de los organismos vivos. Es tan imprescindible que podemos vivir apenas pocos minutos sin oxígeno.
La respiración en yoga y en la meditación
En el yoga, en la meditación y en la relajación, se le da especial atención a la respiración. El proceso respiratorio es visto como un vehículo para concentrarse, activarse, calmar la mente, así como también, para mejorar los procesos del resto de sistemas vinculados al sistema respiratorio (es decir, todos los sistemas del organismo), a través de la oxigenación celular.
En yoga, las asanas, son acompañadas por una determinada forma de respiración para cada postura. Así pues, dependiendo del nivel de energía que se requiera en la asana y del tipo de asana que se realice, se realizará un tipo específico de respiración.
Tanto para la meditación como para la relajación, la práctica gira, sobre todo al principio, entorno a la respiración. La respiración permite al organismo relajarse, a la vez que estar alerta.
Por otra parte, la concentración en la respiración es muy recomendable para meditar, por cuanto permite advertir fácilmente cuando perdemos el foco de concentración. La idea es notar las divagaciones del pensamiento y regresar a nuestro foco de concentración en la respiración.
El proceso de respiración humano desde los pranayamas
Inhalación: en esta etapa, se lleva oxígeno a la sangre. Se recomienda siempre respirar por la nariz puesto que el aire es filtrado antes de llegar a los pulmones.
Exhalación o espiración: convertimos el oxígeno en dióxido de carbono y lo expulsamos. A esta etapa se le llama RECHAKA en la regulación del prana.
Hematosis: en esta fase los pulmones y el corazón llevan oxígeno a todas las células del cuerpo a través del sistema circulatorio.
Respiración celular: aquí, las células de nuestro organismo necesitan también oxígeno para vivir. Se denomina ANTAR y BAHIR KUMBHAKA, la regulación de la energía vital o prana.
Pranayamas
La palabra pranayama se compone de dos raíces del sanscrito: prana, que significa respiración, vida, y energía vital que reviste toda la creación, en tanto que yama, significa control o abstinencia. Así pues, Pranayamas se refiere a un conjunto de técnicas de control de la respiración y, por consiguiente, del prana.
En medicina ayurvédica y en la filosofía yóguica, el pranayama es al cuerpo sutil, lo que el yoga al cuerpo físico; una práctica para equilibrar el cuerpo sutil. Más específicamente, el pranayama armoniza los canales del cuerpo sutil, también conocidos como nadis. Sobre estos nadis circula el prana, o energía vital, y son el equivalente a los meridianos yin yan en acupuntura. Su bloqueo u obstrucción, se manifiesta en signos visibles en nuestro organismo; salud deficiente, baja calidad de vida y en general, baja reserva energética en nuestro organismo.
La práctica de los pranayamas consta de las siguientes fases vinculadas al proceso de respiración:
PURAKA, es la inspiración, el proceso en el cuál el cuerpo absorbe aire y capta la energía universal.
ANTAR KUMHBAKA, es la parte de la retención con los pulmones llenos de aire, es el momento donde se produce la mayor asimilación de prana.
RECHAKA, es la espiración o exhalación, se expulsa el dióxido de carbono y produce sensación de tranquilidad.
BAHIR KUMBHAKA, es la retención o pausa sin aire que viene después de la exhalación y crea una sensación de vacío y equilibrio.
Canales del cuerpo sutil sobre los que trabaja la técnica de la respiración pranayana
Los tres canales de cuerpo sutil son ida (canal izquierdo) pingala (canal derecho) y sushuma (canal central). Ida y pingala se asocian a la dualidad, energías opuestas y complementarias, tal como el ying y el yan el en taoísmo. Sushuma, por otra parte, es neutro, representa el equilibrio, la fusión y la unidad, la síntesis de los canales ida y pingala. Shushma es la puerta a la evolución espiritual, la cual, se genera por el paso de la kundalini y la activación de los chakras a través de la práctica del yoga.
Con la práctica del yoga y la meditación, es el canal sutil de sushuma el que termina desarrollándose más. La energía pránica debe fluir por sushuma para que se genere la evolución de la consciencia.
Sobra decir, que hay diferentes tipos de pranayamas, cada uno con una finalidad y beneficios específicos para nuestro cuerpo físico, mental y/o espiritual.
En conclusión
Existe una estrecha relación entre cuerpo, mente y respiración. Por consiguiente, al controlar la respiración, no solo mejorarás tu estado físico, sino que también tu campo energético y la calidad de tus pensamientos a través de un mayor control mental. La observación e investigación de los yoguis sobre el proceso respiratorio y su control a través de prácticas para incidir en el bienestar y la evolución espiritual y de la conciencia, es en resumen, lo que se denomina pranayamas. Una técnica que vale la pena probar.
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