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El karma, ya es un término de uso frecuente que hace alusión al efecto recibido por acciones que hemos causado a otros. Por ello, también se le llama ley de causa y efecto. No obstante, su significado es mucho más amplio y complejo. En el siguiente artículo se abordará el karma desde un enfoque holístico y su relación con la energía y los bloqueos energéticos.

¿Qué es el karma? una aproximación holística

El Karma, es un término que se utiliza a menudo en la cultura popular, pero su verdadero significado puede resultar difícil de entender. Mucha gente asocia el karma con la creencia de que las buenas acciones serán recompensadas y las malas castigadas. Si bien es cierto que esto forma parte del concepto simplificado de karma, no lo es todo. Pero ¿cómo funciona y cómo puede aplicarse a nuestra vida cotidiana?

La palabra “karma” procede del sánscrito y significa “acción” o “hecho”. En el hinduismo, el budismo y el jainismo, el karma es un concepto que describe el resultado de nuestras acciones. Cada acción que realizamos, ya sea física, verbal o mental, crea una huella en nuestra conciencia. Esta huella, puede ser positiva o negativa, dependiendo de la naturaleza de la acción y de la intención que haya detrás de ella.

El karma suele representarse como un sistema de causa y efecto. Cuando realizamos una acción positiva, como ayudar a alguien que lo necesita, creamos karma positivo. Las acciones positivas vibran a una elevada frecuencia, y contribuyen a nuestro bienestar integral y evolución espiritual. Este karma positivo, puede conducir a recompensas instantáneas o  futuras, como buena salud, felicidad y una vida plena. Por otro lado, cuando realizamos una acción negativa, dañina para otros seres sentientes, creamos karma negativo. Este karma negativo puede acarrear consecuencias futuras equivalentes a la acción discordante y de baja vibración que hemos realizado. 

Karma y holismo

Realmente, desde una perspectiva espiritual, el karma es neutro, sin embargo, para entender más fácilmente su efecto energético, hablaremos de karma negativo y de karma positivo.

El karma negativo tiene que ver con energías que desarmonizan nuestro interior y nos impiden avanzar espiritualmente. A menudo, el origen del karma es el apego. Gautama legó todo un tratado sobre el apego y el karma en sus 4 nobles verdades. ¿Qué genera los bloqueos energéticos y los desequilibrios áuricos? devienen de nuestros pensamientos y acciones, y, por consiguiente, debemos vigilarlos. Todas las prácticas espirituales como la meditación, cualquier terapia o herramientas que impliquen procesos de autoconocimiento y el yoga impiden la obstrucción de la energía y favorecen nuestro desarrollo espiritual.

¿Cómo funciona el karma?

El concepto de karma está estrechamente ligado a la idea de la reencarnación. En el hinduismo, el budismo y el jainismo, se cree que renacemos después de morir y que nuestras acciones en esta vida influirán en nuestras vidas futuras. La ley del karma afirma que experimentaremos las consecuencias de nuestras acciones, ya sea en esta vida o en vidas futuras. Esto significa que los efectos de nuestras acciones no se limitan al momento presente, sino que pueden reverberar a través del tiempo y el espacio.

El karma no es una forma de castigo, sino un medio de aprendizaje, crecimiento y compensación de acciones que hayamos realizado en algún momento. También le han asociado con el principio de acción (o tercera ley de Newton) estableciendo cierta analogía con la mecánica clásica por cuanto a cada acción humana le deviene una energía de igual magnitud (pero en sentido contrario).

Bajo este orden de ideas, el karma es visto como una ley que rige cada acción. Cuando experimentamos las consecuencias de nuestras acciones, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre nuestro comportamiento y hacer cambios a mejor. De este modo, el karma puede considerarse una herramienta para la transformación personal y la evolución espiritual

Aplicar la ley del  karma a nuestra vida

Aunque el concepto de karma tiene sus raíces en antiguas tradiciones espirituales, puede aplicarse de forma práctica en nuestra vida cotidiana. He aquí algunas formas de cultivar un karma positivo:

  • Practicar la bondad y la compasión hacia los demás. Esto puede incluir el voluntariado, las donaciones a organizaciones benéficas o simplemente ser amable con los que te rodean. Es decir conectar con la energía de servicio.
  • Cultiva pensamientos e intenciones positivos. Nuestros pensamientos e intenciones pueden tener un poderoso efecto en nuestro karma. Si nos centramos en cualidades positivas como el amor, la aceptación, la bondad y la generosidad, podemos crear un karma positivo.
  • Asume la responsabilidad de tus actos. Cuando asumimos la responsabilidad de nuestros actos, es más probable que tomemos decisiones positivas y evitemos consecuencias negativas.
  • Aprende de tus errores. Cuando experimentamos consecuencias negativas, es importante reflexionar sobre nuestro comportamiento y hacer cambios a mejor.

En conclusión

El karma es un concepto complejo y polifacético que forma parte de las tradiciones espirituales desde hace siglos. Aunque puede ser difícil de entender y aplicar en nuestras vidas, ofrece una poderosa herramienta para el crecimiento y la transformación personal. También nos puede ayudar a aceptar más fácilmente algunos eventos muy dolorosos que muchas veces no logramos entender.  Al cultivar un karma positivo a través de nuestras acciones, pensamientos e intenciones, podemos crear un futuro mejor para nosotros mismos y para los que nos rodean.

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