La  palabra vesica piscis es de origen latino, y traduce como vejiga de pez.  La vesica de piscis es una forma geométrica compuesta de dos círculos que se solapan formando una  intersección en forma de almendra o mandorla (pequeña almendra). Es un símbolo sagrado que alberga elementos sobre los cuales vale la pena reflexionar y que se abordarán de manera sucinta en los siguientes párrafos.

La vesica de piscis en la inconografía

Los primeros Pitagóricos consideraron la vesica de piscis como una figura sagrada dadas sus proporciones y patrones particulares. A este respecto, la razón matemática entre su ancho y su alto (que da 1,73203) fue considerada también un número sagrado, al igual que PI (3,141592 aproximadamente). Curiosamente, la raíz cuadrada del número tres, es un número muy próximo a 1,73203 que es la razón antes mencionada de la vesica. Por esta razón, a la raíz de tres √3 también se le conoce como raíz del pez. En la mitología griega y romana, en cambio, esta figura geométrica compuesta se asociaba con la diosa Venus (Afrodita), y, por consiguiente, era un símbolo de fecundidad.

Por otro lado, dentro de la iconografía cristiana, la vesica de piscis ha sido un símbolo ampliamente utilizado. Desde los albores del cristianismo, la vesica de piscis se encontró como una de las representaciones de Jesucristo.  Análogamente, en la tradición budista, el pez es el símbolo de Buda y denota la emancipación de los deseos y apegos para trascender el plano material.

Esta figura puede apreciarse en el arte cristiano con frecuencia y en la arquitectura de latitudes  como Egipto y China. Así mismo, ya alejados de la tradición cristiana, podemos encontrarlo en el tarot de Marsella, en el arcano del Mundo (ultimo arcano mayor).

¿Cómo se conforma geométricamente?

Para trazar una vesica, tomamos un compás y trazamos un círculo. Luego, dibujamos otro apoyando la punta en cualquier punto de la circunferencia, y con la misma apertura del anterior, atravesaremos el centro del primer círculo (de manera que los círculos tengan las mismas proporciones y se solapen). La intersección entre ambos círculos es la vesica de piscis. La forma interna de la vesica, al unirse sus puntos extremos (de ancho y alto) forman dos triángulos equiláteros opuestos cuyas razón de alto y ancho es también la raíz de 3.

El número tres es recurrente en la vesica. Tres, tríada, trinidad. Tres en uno. Vivimos en un mundo dual (positivo y negativo, blanco y negro, luz y oscuridad, femenino y masculino) . La información que nos da la vesica piscis es que el camino para trascender la dualidad y alcanzar la unidad, pasa por la trinidad. Esta es la información de sabiduría sagrada que nos trae la figura que se forma cuando 2 círculos comparten un radio.

Vesica de piscis y flor de la vida

La vesica forma parte de la flor de la vida. Como parte de la geometría sagrada, es una estructura universal cuya frecuencia vibratoria corresponde a patrones presentes en el universo. Los misterios de estos patrones, tales como la razón aurea y el número PI, o la identidad de Euler, las cuales, están presentes en un sinnúmero de manifestaciones de la naturaleza ( fractales, seres vivos y estructuras inanimadas) nos hablan de un diseño inteligente que se despliega en forma de energía vibrando a distintas frecuencias. La vesica es un símbolo espiritual profundo, con una información específica, ya que las figuras geométricas transportan en sus formas una información. Por ello, no es casualidad que la podamos encontrar en muchas de las principales religiones e iconografías sagradas del mundo. La vesica de piscis es, pues, una representación de la estructura holística del universo, de la unidad del todo y de sus partes y, por tanto, de la creación. Nace de la unión de dos círculos y el círculo es el símbolo del todo, del universo, del infinito, de la perfección y de lo cíclico.

El cosmos está basado en leyes universales y perfectas que se expresan a través de la geometría. Estas leyes generan orden, equilibrio y armonía. Las diferentes formas de la geometría sagrada han existido siempre. Sin embargo, ha sido necesario avanzar en nuestro nivel de consciencia y comprensión del universo para interpretarlas de una forma más amplia y universal.

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