Los números han sido interpretados de diversas maneras por cada cultura a lo largo de la historia. Nos han ayudado a predecir procesos naturales, a solucionar problemas concretos y, en general, a realizar cálculos para sobrevivir y adaptarnos al medio ambiente.

No obstante que gran parte del desarrollo numérico ha estado vinculado a la solución de problemas concretos como los propios de la arquitectura, la ingeniería o la agrimensura, el uso de los números y las matemáticas también ha venido de la mano de la compresión del mundo, de la necesidad de darle sentido a nuestra experiencia sensible y de la espiritualidad del ser humano. Entrever el orden de la naturaleza y nuestra relación con el todo ha sido, pues, una de las improntas del desarrollo numérico y de la medición.

Indagar sobre lo que nos dicen los números sobre nosotros mismos y sobre el orden universal desde diferentes perspectivas es, de este modo, la base de los diferentes sistemas numerológicos.

Todo en el universo es energía que vibra a una determinada frecuencia y que está estructurada de distintas maneras. Los números también tienen una energía, un significado que los diferencian unos de otros. Por esto, desde tiempos remotos, el ser humano ha buscado descubrir este orden y estructura a través de la abstracción numérica, ha buscado entender la creación.

La numerología en la historia

Se cree que la numerología nació en la civilización de la Atlántida, y, luego de la desaparición de esta avanzada civilización, los conocimientos numerológicos fueron salvaguardados por la civilización egipcia. Así, pues, los antiguos egipcios, finalmente transmitirían el saber numerológico a la posteridad, habiéndose difundido desde el antiguo Egipto hacia los principales centros culturales del mundo. En occidente, la numerología se desarrollaría junto a la filosofía griega y el desarrollo matemático que le acompañó.

Sin embargo, el saber de la numerología sería dejado de lado junto con otros saberes  bajo los procesos de unificación de la cristiandad en la Edad Media y, posteriormente, bajo las corrientes racionalistas que negaban otras aproximaciones al conocimiento y a la experiencia humana que no fuesen las propias del método científico, cuyos fundamentos -para aquel entonces-, bien cabe decir, no carecían de cierto grado de creencias y supuesto de partida no demostrables. La numerología, de ser considerada un saber herético por la Iglesia pasó, pues, a considerarse un saber marginal propio de los ignorantes y supersticiosos desde la impronta cartesiana, junto a las creencias de muchas otras culturas distintas a la occidental. No obstante, los misterios de los números -su carácter trascendental-, siguieron intrigando a personajes de la talla de Leonardo de Pisa, quién, entre otros renacentistas prominentes, estudió curiosidades como la misteriosa razón áurea, la cual, está siempre presente en los patrones de la naturaleza. 

El significado profundo y metafísico de los números no es ajeno a nuestra capacidad de categorizar y diferenciar objetos dentro de un todo y, por consiguiente, se asocia a una de las capacidades que conforman nuestra consciencia, la capacidad de discernir.

Se cree que la numerología viene de Egipto y Babilonia, civilizaciones que legaron los primeros escritos sobre numerología. No obstante, hay evidencias que apuntan a que también fue utilizada hace miles de años en lugares tan remotos como China, Japón, Grecia y Roma.

Sin embargo, se le atribuye la principal influencia sobre la numerología moderna al filósofo griego Pitágoras (590 a.c), aunque no se sabe a ciencia cierta si inventó la numerología o solo la enriqueció con su aporte, puesto que las ciudades Estado griegas recibían constantemente influencias de ideas e innovaciones de civilizaciones como la Egipcia, o bien, de los grandes Imperios asentados en el Medio Oriente. De hecho, se sabe que Pitágoras fue un estudioso de las matemáticas y la astrología caldea y babilonia, mientras estuvo cautivo como prisionero en Persia.

Para los pitagóricos -los seguidores de las enseñanzas de Pitágoras-, los números eran una cualidad inherente a la naturaleza y, por tanto, se empezaron a utilizar números para representar todo cuanto veían a su alrededor. Esta forma de asignar números a todo condujo a los pitagóricos a hallazgos interesantes como, por ejemplo, que los sonidos emitidos por una cuerda al vibrar dependían de variables medibles como lo son su longitud, grosor y tensión. Así, pues, bajo la escuela pitagórica, los números fueron asociados a vibraciones. La relación entre vibraciones, música y números -misma que más tarde rescataría la física-, quedó cimentada en las ideas de Pitágoras.

Mas que interesarse en la resolución de problemas matemáticos, las asociaciones interesantes entre el orden natural y los números que encontró Pitágoras apuntaban a encontrar una relación entre los números -vistos como entes trascendentales- con la realidad y la espiritualidad del ser.

La numerología actual toma lo propio de aquella prístina numerología pitagórica, y trata de entrever lo que nos dicen los números sobre nosotros mismos y sobre el universo.

 Tipos de numerología

Con el común denominador de darnos información sobre quiénes somos y cómo podríamos llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos, existen diferentes abordajes de la numerología, es decir, existen varios tipos de sistemas numerológicos. Aquí te presentamos algunos:

Numerología pitagórica

Según esta rama de la numerología, el destino está inscrito en la fecha de nacimiento. Asimismo, del nombre, se puede extraer información de la persona. Según la teoría numerológica de Pitágoras, la vida humana se divide en 9 etapas. Por otro lado, las letras del nombre son enumeradas del 1 al 9 de la siguiente manera:

1     2     3     4     5     6     7    8    9
a     b    c     d     e     f     g    h    i
j      k     l     m   n,ñ  o    p     q   r
s     t     u     v     w    x    y      z

Numerología hebraica

La numeología hebraica es un tipo de numerología con muchas aplicaciones dentro de la cultura hebrea, incluyendo el estudio de la Biblia (interpretación o exégesis de los textos sagrados). La creación de este sistema se atribuye a un sabio sefardita llamado Abraham Abulafia en el siglo XIII. El erudito, estableció un sistema combinatorio que utilizaba las 22 letras del alfabeto hebreo. Por otra parte, cada letra es una entidad simbólica que representa los principios universales del orden.

Para calcular el número en esta corriente de la  numerología, hay que pasar las letras al alfabeto griego, luego revisar su valor y sumar los valores correspondientes a cada letra.

Numerología tántrica

Mejor conocida como numerología evolutiva, encuentra sus raíces en la cultura Sikh de la India y forma parte del sistema de creencias tántrico. A este respecto, cabe resaltar que las matemáticas y el cálculo tuvieron avances importantes en la India. Es en la india en donde se empieza a implementar el cero, no sin una interpretación particular de la nada como un ente concebible y de los conjuntos vacíos.
La numerología tántrica estudia 5 factores vinculados a aspectos de la religión tántrica: el alma (fecha de nacimiento), el karma (mes de nacimiento), el regalo divino (suma de las dos últimas cifras de tu año de nacimiento), el destino (suma de las cifras de tu año de nacimiento) y la vida [ (Alma/Karma) + (Regalo Divino/Destino) = Vida].

Numerología kármica

La numerología kármica incorpora la idea del karma al análisis numerológico, por lo que tiene alguna afinidad con la numerología tántrica. Esta busca descubrir a través de los números la misión de cada quién en esta vida, y su legado energético kármico de vidas pasadas. Es decir, te desvela los karmas con los que naces. Asimismo, existen algunos números kármicos que representan nudos o puntos a abordar de vidas pasadas.

En estos momentos de la historia estamos viviendo un renacer de esta y muchas otras sabidurías ancestrales que nos aportan valiosa información sobre nosotros mismos y sobre el universo que va más allá de la mente racional.

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