Percepción extrasensorial
Desde el principio hemos buscado entender el inexplicable hilo espiritual, invisible que une mente y materia, el universo de percepciones extrasensoriales que nos acompañan desde nuestro primer aliento de existencia. La capacidad de crear y transformarnos, esa clarividencia, esa precognición ignorada la mayor parte de nuestras vidas y de la que se guardan memorables registros a través de la historia.
Precisamente por ser facultades no físicas y, por lo tanto, no contrastables con el mundo de la materia, poco a poco las hemos ido desconociendo y dejando de percibir. La física cuántica se ha ido acercando cada día más a la explicación de estas facultades, logrando así una comunión entre ciencia y espiritualidad.
El concepto, de que mente y espíritu pueden ejercer acciones sobre el mundo material y físico, es muy antigua. La búsqueda de respuestas al ¿por qué de esto?, ya nos inquietaba como civilización desde el pasado más remoto. Es así, como en las antiguas culturas egipcia y griega sus eruditos y filósofos dedicaban tiempo a las observaciones y estudio sobre el tema.
En los albores de las investigaciones científicas, Francis Bacon e Isaac Newton, entre otros hombres de ciencia, dedicaron horas a la investigación de esta materia. Ya para la segunda mitad del siglo XIX, figuras de la talla de los esposos Curie, vuelven a dar protagonismo al tema.
Posteriormente, muchos connotados científicos contemporáneos de la talla de Planck, Einstein, Bohr, Schrodinger, Pauli, De Brolie, Heisenberg, Bohm, Max Born estudiaron el tema desde un punto rigurosamente científico, introduciendo la física cuántica en la investigación, en busca de respuestas a enigmas inexplicables.
En el año 1927 a iniciativa y pedido, del prestigioso psicólogo Dr. William Mc. Dougall, jefe del departamento de psicología de la universidad de Duke, en la ciudad de Dirham, Carolina del Norte, a la cabeza de un reputado equipo multidisciplinario, se crea el primer laboratorio para la investigación sobre fenómenos parapsicológicos.
La dirección de esta dependencia, queda en manos del biólogo, psicólogo y botánico estadounidense, J.B. Rhine, quien junto a su esposa, la Dra. Louisa E. Rhine venía desarrollando algunos primeros acercamientos al campo de las investigaciones en parapsicología. Es así como se oficializa el vínculo entre la ciencia formal y la investigación sobre fenómenos inexplicables, en busca de respuestas.
Finalmente, y tras exponer ante la sociedad científica internacional, un sin número de trabajos y expedientes que demostraban la veracidad sobre fenómenos extrasensoriales, empleando métodos cuantitativos y su correspondiente soporte estadístico. De esta manera, la parapsicología fue finalmente aceptada como ciencia por la American Association for the Advancement of Science (AAAS) en 1969.
Hoy en día, la parapsicología es estudiada en más de 300 universidades del mundo. Quedando patentado formalmente este principio existente, estudiado y, en casos, documentado (en algunos periodos de la historia de la civilización).
Teoría Cuántica
A principios del siglo XX Max Karl Planck, es galardonado con el premio nobel de física (1918) por su papel en el avance de la física debido al descubrimiento de la teoría cuántica (cantidad infinita de energía y su capacidad y forma de propagarse).
Todos los seres humanos, sin excepción, debido a poseer una dimensión energética, disponemos de biocampos o campos áuricos, estos campos se interrelacionan con el espacio que los rodea emitiendo frecuencias vibratorias específicas.
Todos aquellos descubrimientos o resultados que hayan sido producto de una observación en el pasado, será una entre muchas probabilidades dependiendo de nuestro campo de observación y cálculo en el presente, esto dependerá del campo observacional, sus probabilidades y del cálculo establecido.
Dicho de otra manera, nosotros determinamos el objeto de observación, es decir, el observador establece lo observado, y, paralelamente, este objeto de observación puede ser modificado por el observador. Esta teoría se denominó visión postular o principio de incertidumbre, considerado por el teórico alemán Werner Karl Heisenberg. Siendo así, las realidades físicas cambian dependiendo de su funcionalidad y de las energías.
Teoría cuántica y percepción extrasensorial
Gracias a todos estos avances en el campo cuántico, queda claro que estamos entrelazados con todo y todos y que los estados vibracionales altos nos permiten desplazamientos entre dimensiones, y, por ello, en algunos casos sentir, escuchar y ver elementos o situaciones invisibles a la mirada corriente es posible.
Despertando esa consciencia de unidad, de la interconexión de todo lo que existe, comenzamos a ser conscientes de nuestra multidimensionalidad. Nos hemos desconectado en algún momento de todas esas otras partes de nosotros así como de nuestros sentidos no físicos. No somos solo el cuerpo físico, el personaje.
Cuando empezamos a integrar esas otras dimensiones en nosotros, a des limitarnos, nuestra realidad comienza a expandirse. Precisamos de todas esas otras partes nuestras para movernos más fácilmente en la vida.
Formamos parte de la unidad, parte de un todo, la conciencia de unidad es la que despliega todo nuestro potencial, comenzamos a soltar limitaciones y nuestras capacidades extrasensoriales comienzan a despertarse.
Así también, actualmente, existen varias herramientas para la activación de la autosanación mediante la actividad mental: meditación, visualizaciones, manejo de emociones, hipnosis, biorretroalimentación, oración, Reiki y diferentes terapias alternativas.
Finalmente, la ciencia trata de obtener evidencia de la conexión entre esta y, otras dimensiones y el nivel superior de existencia, Allan Kardec, (1857). Por tanto, podemos decir que, la percepción extrasensorial, ha estado presente desde siempre, como parte de nuestros sentidos no físicos, siendo este momento en la historia de la humanidad, en el que más nos hemos acercado a dilucidar las incógnitas de la interacción entre física cuántica y percepción extrasensorial. No me cabe duda, de que este acercamiento entre la ciencia y la espiritualidad continuará y nos facilitará la compresión de las dimensiones y percepciones no físicas.
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