El reiki, es una técnica de canalización de la energía universal a través de las manos, cuya finalidad, es sanar reestableciendo el equilibrio energético. Asimismo, es una útil técnica de crecimiento y desarrollo personal. El reiki, no sólo nos aporta equilibrio energético eliminando bloqueos energéticos que obstaculizan el flujo natural de la energía de vida en nosotros, también contribuye a nuestro crecimiento y desarrollo personal.
Si bien el reiki se aplica normalmente en humanos, también se puede transmitir a los animales, siendo uno de sus usos tal vez menos conocido.
¿En qué consiste el reiki en animales?
Los animales, como todo ser vivo, son energía organizada y, por tanto, presentan un sistema energético. La energía universal reviste a cada ser vivo. Asimismo, los desbalances energéticos, normalmente se hayan en una relación de interdependencia sistémica con el estado físico. Por consiguiente, los desequilibrios energéticos comportan signos de enfermedad o padecimientos tanto en humanos como en animales. En estado natural, los animales buscan reestablecer sus energías a través de mecanismos instintivos que interactúan con el medio ambiente. Así, pues, los animales salvajes mantienen un estrecho equilibrio ecosistémico y detentan mecanismos propios de autosanación.
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Pero ¿qué pasa con los animales domésticos?
Los animales domésticos son parte de nuestra familia. Según diversos estudios, las mascotas pueden ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida emocional y física. Desde darnos compañía y combatir la depresión, hasta brindarle apoyo a personas con discapacidades (como ocurre con los perros lazarillos), las mascotas, parecen mantenernos en contacto con la empatía hacia los demás seres , y, aún en ambientes urbanos, nos conectan de algún modo con la naturaleza y la sutil energía del cosmos.
Pero las mascotas tienen una relación con el ecosistema muy distinta a la de los animales salvajes, puesto que se han adaptado al hábitat humano, en el cual, dependen totalmente de nosotros. Se alimentan de lo que les damos, pasean si los paseamos y frecuentemente absorben nuestras emociones negativas. Bajo este orden de ideas, cabe resaltar que perros y gatos -los animales domésticos más comunes en nuestros hogares-, son especialmente sensibles a las energías y emociones de su entorno familiar. La relación de los animales domésticos con los miembros de la familia es tan estrecha, que se ha llegado a observar, por ejemplo, como muchas mascotas de fumadores desarrollan cáncer al recibir el humo del cigarrillo.
De este modo, los animales no sólo pueden estresarse y enfermar, también pueden tener nudos o bloqueos energéticos. Y, para eliminarlos, además de determinar qué les causa estrés o malestar y buscar subsanar el problema, podemos valernos del reiki como terapia alternativa. De modo que combinar reiki con tratamientos veterinarios puede dar muy buenos resultados para equilibrar las energías y activar el sistema inmunitario (capacidad de autosanación) de estos miembros tan importantes del hogar, e incluso, armonizarnos en el proceso.
Sesión de reiki para animales
La sesión de reiki para animales no difiere demasiado de la de los humanos, en tanto que el principio es el mismo; canalizar la energía universal con fines sanadores. Así, pues, se imponen ambas manos sobre el cuerpo del animal alrededor de unos 2 o 3 minutos, siendo que la ubicación de las manos va a depender del caso o aflicción del animal. Los animales, como seres sensibles, poseen chakras y, por consiguiente, núcleos de concentración energética especialmente susceptibles de ser tratados mediante el reiki.
Una sesión de reiki para animales podría durar alrededor de 20 a 30 minutos. En ella, se utilizarán ambas manos sobre el cuerpo del animal. Seguidamente, la posición de estas se irá cambiando aproximadamente cada 2 o 5 minutos. La ubicación de las manos dependerá de cada caso en concreto, ya que pueden situarse específicamente allá donde se está produciendo la dolencia, o bien, pueden ir recorriendo los distintos chacras del animal. El objetivo es propiciar el óptimo flujo energético en nuestra mascota, o, dicho de otro modo, armonizarla de manera sistémica.
Los animales, al no estar prevenidos en relación a la terapia energética que van a recibir, suelen aceptarla con gran tranquilidad y les ayuda muy rápidamente a relajarse y a sentirse mejor a la vez que se logra el equilibrio energético y el de sus chakras.
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