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El estrés crónico, tal como se ha comprobado en diversos estudios, genera problemas de salud. No obstante, su relación con el cáncer hasta hace poco no era muy clara, presentándose siempre como una hipótesis más dentro de las investigaciones oncológicas.

Esta relación parece comenzar a esclarecerse gracias a las investigaciones del inmunólogo tumoral Pere Gascón, quien tras más de 20 años de investigaciones, ha dado con claras evidencias sobre el vínculo entre las emociones y las células cancerígenas. Según el investigador, las células cancerígenas tienen receptores de neurotransmisores, siendo estos últimos, sustancias químicas que produce el cerebro.

Los neurotransmisores -que son afectados por nuestras emociones y pensamientos-, establecen de este modo un vínculo entre las emociones, el sistema nervioso y las células. Esta relación, asevera el investigador, es bastante intuitiva por cuanto el sistema nervioso controla y regula la mayor parte de procesos y sistemas del organismo. Existe, pues, un enlace de comunicación entre los neurotransmisores asociados a nuestros pensamientos y emociones y las células cancerígenas.

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El sueño y los procesos inflamatorios

Como si se tratase de cabos sueltos por atar -pues somos una unidad energética estructural-, los desequilibrios emocionales y el estrés limitan el sueño; uno de los mecanismos de auto-reparación y de auto-sanación del cuerpo. La supresión del sueño, por otra parte, se vincula al desarrollo de procesos inflamatorios y a enfermedades crónicas de acuerdo a diversas investigaciones. Bajo este orden de ideas, el vínculo entre estrés crónico, la falta de sueño, las enfermedades inflamatorias y el cáncer, parece hacerse patente.
meditación y cáncerA este respecto, las terapias alternativas como, por ejemplo, la meditación y el reiki, han demostrado ser eficaces para mejorar el sueño, disminuyendo al mismo tiempo los niveles de estrés y logrando aumentar los niveles de relajación. Otras prácticas como el deporte y el yoga, son también muy beneficiosas para evitar procesos inflamatorios y equilibrarnos de manera integral.

Terapias alternativas como línea de defensa para evitar el cáncer

Cada día la ciencia devela un poco más sobre la unidad holística del ser: cuerpo, mente y espíritu, re-dimensionando el papel de las terapias alternativas como medios complementarios y eficaces para prevenir y sanar desequilibrios sistémicos que se expresan en enfermedades.

Según el premio Novel de medicina Yoshinori Ohsumi, el cáncer se genera en el largo plazo en torno a tres procesos principales: la inflamación, la deshidratación y la oxidación. A este respecto, Pere Gascón, coincidiendo con Ohsumi al señalar que el micro-ambiente propicio para el cáncer es necesariamente el micro-ambiente inflamatorio. Es decir, el cáncer se presenta siempre a partir de núcleos inflamatorios asintomáticos. La inflamación es, pues, una condición necesaria para la aparición de células cancerígenas.

cáncer y terapias alternativasAdemás de encontrar los receptores de neurotransmisores de las células cancerígenas, las investigaciones de Gascón le llevaron a encontrar neurotransmisores que participan en procesos inflamatorios. Por consiguiente, tienen que ver en el desarrollo del cáncer, señalando una vez más la relación entre nuestros pensamientos y emociones con esta enfermedad.

Sin embargo, el cáncer, según explica Gascón, no deviene de cualquier proceso inflamatorio, sino de proceso crónicos: “es consecuencia de un proceso lento, y el organismo tiene una capacidad de regeneración brutal. No es fácil generarlo. Surge de la rotura de muchos sistemas” asevera Gascón.

Las terapias alternativas como linea defensiva dentro de la medicina preventiva

Las terapias alternativas son una línea defensiva para ayudar a prevenir cualquier enfermedad del cuerpo físico, entre ellas el cáncer, pues a lo largo de diversas investigaciones han probado reducir los niveles de estrés, equilibrando nuestras emociones y pensamientos y, en consecuencia, nuestro campo energético. Al sanar de manera holística, las terapias alternativas promueven la capacidad de auto-sanación del organismo, es decir, fortalecen nuestra primera línea de defensa ante cualquier enfermedad o padecimiento.

En efecto, todo aquello que contribuya a mejorar nuestro bienestar y salud integral, constituye una línea de defensa importante para evitar el cáncer. Tal como señalan las investigaciones oncológicas de Pere Gascón, el organismo tiene una capacidad extraordinaria de auto-regeneración que depende de nuestros hábitos y modos de vida, los cuales, están en una estrecha relación de interdependencia con nuestros pensamientos y emociones.

Si estás interesado en el equilibrio energético de cuerpo, mente y emociones te invito a probar mis sesiones de terapias alternativas en el Barrio de Salamanca en Madrid.

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