Cargado de misterio y magia, el santuario de Belintash es uno de los lugares más singulares del mundo, y un paraje para el senderismo muy concurrido. Belintash está curtido de historia de las culturas que han dejado su huella en el lugar. Grupos humanos que han reconocido la especial vibración energética de tan hermoso paraje. Y es que el santuario Belintash es uno de los lugares más energéticos del mundo, un sitio especial para conectar con el todo y con nuestra esencia espiritual.
El santuario de Belintash está ubicado en Bulgaria, en el centro de las montañas Ródope, a unos 3 km de la villa Vatra y al sudeste de la villa de Sini Vruh. El santuario ocupa una posición central dentro de un complejo de santuarios antiguos. Asimismo, encumbra una montaña y su acceso no es sencillo. El lugar está rodeado de pequeños pozos –algunos de ellos no naturales, sino esculpidos por sociedades antiguas-, en formaciones de enormes dimensiones que semejan un mapa estelar y le dan un sello especial a la geografía de las montañas de Ródope.
Origen de Belintash
La arqueología da cuenta de varios asentamientos en los alrededores del área de las montañas Ródope. Hasta donde se sabe, Belitash es un santuario originalmente Tracio. Los tracios o tracianos, fueron un pueblo indoeuropeo que se desarrolló entre los siglos VI a.c al V d.c, siendo este el periodo de su mayor expansión. Del pueblo tracio no se sabe demasiado, dada la ocupación romana de sus territorios y su consiguiente absorción al Imperio Romano.
Los tracios se asentaron en un área muy extensa de Europa del Este, manteniendo siempre una unidad lingüística y cultural pese a las distancias geográficas, las cuales, permiten hablar con certeza de un pueblo tracio como unidad cultural y étnica. En la Ilíada, por ejemplo, los tracios son llamados dárdanos, uno de los pueblos tracios diseminados por Europa. De la estructura social de este pueblo, solo podemos tener referencia a través de los mitos griegos y de las tumbas excavadas, los cuales, parecen documentar la creencia en una vida ultraterrena distinta a las creencias de la Grecia clásica.
Su religión, el orfismo tracio, se caracterizaba por una creencia en el alma, la oposición cuerpo alma como planos totalmente distintos. De hecho, esta noción de dualidad y oposición entre el alma y el cuerpo, no se haría presente en las creencias europeas sino hasta la penetración de las religiones originarias del Medio Oriente como el cristianismo. Así, pues, en el orfismo el alma se asumía con una naturaleza divina en tanto que el cuerpo, era concebido como un recipiente para el alma, cuando no una prisión del plano material.
El ascetismo y la expiación de las faltas, según el sentido moral tracio (ya que el concepto de pecado como tal es más bien cristiano y de otras religiones originarias del Oriente Próximo), se encaminaban a purificar el alma de las contingencias terrenales. Además, los mitos órficos narraban la transmigración de las almas y la purificación de las mismas, en una suerte de descubrimiento de la consciencia universal. Así, pues, resulta claro que existen algunos lugares comunes entre el orfismo y algunas de las principales religiones del mundo.
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El hecho de que los antiguos tracios y muchos otros pueblos indoeuropeos eligieran la ubicación geográfica del santuario de Belintash, no es en modo alguno fortuito. Tal como los antiguos druidas en Stonehenge, los tracios y las antiguas culturas indoeuropeas desde el neolítico –dada su cosmovisión que les integraba más como partes de la naturaleza y del todo y no como entes separados de una naturaleza a someter a su voluntad -, eran sensibles a estos parajes de elevada vibración energética. No es casualidad que estos lugares energéticos sean, pues, reconocidos por culturas distintas alrededor del mundo, erigiéndose como lugares sagrados y ceremoniales.
Meditar y conectar con la naturaleza en Belintash
Desde la hermosa vista del santuario Belintash, el remanso de paz, serenidad y conexión con la naturaleza y sus energías lo hacen un lugar propicio para la meditación.
Los lugares energéticos de la tierra son sitios especiales para meditar, por cuanto favorecen las vibraciones de alta frecuencia, la elevación de la consciencia y la conexión con planos más sutiles. Si buscas un lugar especial para conectar con la naturaleza, hacer ejercicio y meditar en uno de los lugares más favorables del mundo para tal propósito, no olvides incluir dentro de tu itinerario el Santuario Belintash en Bulgaria. Aquí, encontrarás algo más que turismo, podrás estar más cerca de tu interioridad en uno de los lugares más especiales del mundo.
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