La crisis del coronavirus ha supuesto un desafío para la humanidad, trastocando todas las esferas del día a día. Los modos de vida, se han visto alterados, ya que en primera instancia no estábamos acostumbrados a estar tanto tiempo observándonos y conectados con nuestras emociones. Además, nuestro mundo no está diseñado para detener la marcha productiva en aras de lidiar con la pandemia. Los esfuerzos para brindar asistencia oportuna a los lugares más vulnerables del planeta suponen un reto. Así, pues, se ha generado un contexto de afectación individual, social y de reacomodo de las formas de sentir y de pensar sobre temas clave. A nivel individual las relaciones interpersonales, el trabajo, la salud y la economía. A nivel mundial, la ecología, el cambio climático, y la forma en que están estructurados nuestros sistemas sociales, económicos, políticos y educativos. Con todo esto, no es de extrañar que se generen periodos de ansiedad y estrés producto de la incertidumbre y de la preocupación por el futuro, dado el impacto del virus en la colectividad. La alteración de los modos de vida que trae consigo el confinamiento añaden lo propio al impacto emocional. A todas estas, cabe preguntarse sobre cuál es la mejor manera de afrontar este reto que de diferentes maneras, nos ha afectado a todos.
Afortunadamente, existen herramientas espirituales para afrontar la crisis de la pandemia, y gestionar así, los problemas emocionales que pueden presentarse de una manera adecuada y que no altere tu equilibrio holístico. Estar en paz y en armonía, depende de aceptar que se puede hacer algo para sentirse mejor. Y, desde luego, llevar a cabo aquello que hemos detectado que nos genera bienestar. Yo diría que la parte más difícil es tomar la decisión de trabajar en nosotros mismos, para así cambiar lo que nos genera incomodidad.
Herramientas espirituales filosóficas desde el holismo para gestionar las emociones en pandemia
La pandemia, qué duda cabe, es pasajera. Como todo en el universo, está sujeta al cambio. Mantener el equilibrio durante este periodo, no obstante sepamos que la pandemia es pasajera, requiere de un enfoque especial. A este respecto, además de enfocar la pandemia desde una perspectiva filosófica holística, existen herramientas espirituales cónsonas con el holismo que nos permitirán mantener la salud y el bienestar general.
Estar en el presente: estar en el presente quiere decir enfocar los pensamientos en la experiencia que transcurre, en lugar de mantenerlos siempre en el futuro, o bien, en el pasado. El primero trae incertidumbre, ansiedad y miedo, en tanto que el segundo suele asociarse con la nostalgia y la depresión.
Vivir en el aquí y el ahora es una frase muy utilizada y no siempre con la connotación adecuada. La cuestión no es dejar de hacer planes y previsiones, por cuanto esto forma parte de la supervivencia. Antes bien, vivir en el aquí y en el ahora es centrar las energías y los pensamientos en la experiencia del presente la mayor parte del tiempo posible. Las emociones negativas, aunque no lo percibamos, drenan energía y pueden llegar a paralizarnos y a generarnos mucho estrés interior. Técnicas como la meditación, el yoga e incluso las caminatas conscientes pueden ayudarnos a esto.
Estar en el presente es una manera de gestionar la incertidumbre. El ego tiene una necesidad de control constante y aprehensivo cuya gestión pasa por aprender a disfrutar del presente.
¿Qué quiere decir realmente vivir en el presente? dale un ojo al siguiente artículo en donde se habla del tema: La importancia de vivir en el presente.
Practicar la aceptación:
Aceptar la situación es, ante todo, entender que todo cambia constantemente y que lo único constante es el cambio en sí. Además, es importante comprender que lo mejor que podemos hacer en una situación que no depende de nosotros, es aceptarla, no luchar en contra, así evitaremos sufrir y preocuparnos. Aceptar, involucra un estado de consciencia en el cual asumimos que lo importante es como asimilamos cada experiencia para nuestra evolución interior. Aceptar no es conformarse. Por el contrario, nos permite centrarnos en aquello que podemos resolver, con lo cual, nuestras energías se ven potenciadas y, por consiguiente, nos sentimos más optimistas y capaces.
En las crisis surgen oportunidades de crecimiento espiritual, aceptar es también detectarlas y aprender de ellas. Mirar hacia adentro en lugar de hacia afuera, que es lo más habitual en nuestras sociedades globalizadas.
Leer también: Diferencia entre aceptación y resignación. Aceptar no es resignarse.
Practica la bondad y la empatía:
La solidaridad, la bondad y la empatía, son prácticas que generan energías de alta frecuencia vibratoria. Ayudar a otros nos hace más felices, esto es algo probado por la ciencia. Pero no solo te benefician a ti, tienen un efecto expansivo. Nadie puede dar lo que no tiene, de modo que dar bondad sin esperar nada a cambio es una expresión de un estado energético interior de energías elevadas de alta frecuencia que irradian con naturalidad. La empatía es, pues, una de las herramientas espirituales más poderosa.
La crisis actual le exige solidaridad a la humanidad. Demanda un mayor grado de consciencia y empatía hacia los otros. Pero no solo hacia los seres humanos, sino también hacia los animales y hacia nuestro planeta.
Cuida los vínculos:
Los seres humanos somos una especie social. Formamos parte de un todo más abarcador (la sociedad) dentro de un sistema energético mucho más amplio (la naturaleza). Es por esta razón que los vínculos son tan importantes. Nuestra afectividad depende de vínculos sanos, que no es más que equilibrio y armonía en las relaciones.
Crea hábitos espirituales y saludables:
Existen prácticas como la meditación y el yoga, que son tan poderosas que pueden reconfigurar nuestro inconsciente. De igual modo, ejercitarse con regularidad, con caminatas conscientes, no solo mantendrá nuestros cuerpos sanos, es una manera de centrar las energías en el presente. Toma las previsiones adecuadas para hacerlo de acuerdo a las normas de bioseguridad, el sol y el aire fresco, sobre todo en parajes naturales, son capaces de reestablecer el equilibrio y llenarnos de energías renovadas. Las herramientas espirituales para sobrellevar la pandemia y no perder nuestra paz interior están a nuestro alcance.
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Recomendaciones finales
Nuestro sistema de creencias es muy importante a la hora de abordar problemas emocionales derivados de la pandemia. A este respecto, incluimos dos ideas centrales dentro del enfoque holístico que te ayudarán a comenzar a asimilar los hábitos necesarios para afrontar este momento de la humanidad.
Vigila los pensamientos en el contexto de pandemia
Nuestros pensamientos tienen una gran incidencia en la realidad que vivimos; construimos en buena medida nuestra realidad. Existe un hilo conductor entre pensamientos, emociones, acciones y los resultados que obtenemos en función de los mismos. Dicho esto, parece claro que vale la pena vigilar la calidad de nuestros pensamientos. Establecer control sobre el fluir incesante de los pensamientos, no obstante, requiere de práctica, constancia y paciencia. La buena noticia es que vale la pena, y los efectos sobre nuestro bienestar son también duraderos. Así mismo, es una capacidad que está al alcance de todos. Solo hemos de tomar la decisión consciente con una intención clara, la de trabajar en nosotros mismos.
Mirar hacia adentro
Si bien no tenemos control sobre todas las contingencias que suceden externamente, sí que podemos controlar la forma en como experimentamos cada contingencia. De hecho, el estar más recluidos que de costumbre, nos ha obligado a ir hacia adentro, a revisar aquello desde el punto de vista emocional, que teníamos en pausa o que no habíamos querido afrontar.
Nuestra mente es muy poderosa y podemos utilizar las energías de nuestros pensamientos positivos generando emociones de alta vibración para mantenernos en paz y equilibrados de manera integral, habida cuenta de que somos seres multidimensionales: energía, espíritu, mente y cuerpo integrados en un todo sistémico interdependiente. Es válido pedir ayuda si sientes que la necesitas. A veces los primeros pasos, son los más difíciles y para eso hay terapeutas, coaches que te pueden ayudar.
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