El agotamiento emocional y sus impactos negativos en nuestra psique, pueden suscitarse por infinidad de factores presentes cotidianamente. Además, pueden ser profundizados por los ritmos modernos de vida.
El agotamiento emocional es una saturación de esfuerzo psíquico -sobrecarga mental-, de diferente índole. Algunos de estos estímulos negativos, emocionales y cognitivos se generan dentro de nosotros, motivados al alejamiento de la conexión con el yo interior, el abandono de la meditación y otras herramientas de fortalecimiento emocional y espiritual.
Es sabido que existe una profunda conexión entre los métodos holísticos y las prácticas espirituales con el equilibrio emocional y el bienestar físico. Asimismo, estos estímulos pueden venir desde fuera de nosotros; conflictos laborales, familiares, frustraciones. Estos factores desequilibrantes van acumulándose en nuestro interior, gota a gota, hasta finalmente desencadenar en agotamiento emocional.
De esta forma, podemos ver, que esta alteración emocional no aparece de manera espontánea, sino que se incuba progresiva e inadvertidamente en la mayoría de los casos, hasta finalmente desplomarnos o generando en nosotros un excesivo cansancio no solo emocional, sino también mental y físico.
La respuesta ante este quiebre, puede sumirnos en una situación de depresión o alejamiento de las actividades, o bien, manifestarse en sintomatologías somáticas.

¿Cuáles son las evidencias de que sufrimos agotamiento emocional?
Aunque las manifestaciones son particulares para cada persona, existen algunas evidencias que pueden darnos luz de que estamos ante un caso de agotamiento emocional, algunas de estas señales pueden ser:
- Se percibe como cansancio físico, falta de energía, fatiga permanente y pesadez, desde que despertamos hasta volver a la cama sin entender la causa. Falta de deseos de realizar actividades.
- Contradictoriamente, al cansancio experimentado por el agotamiento emocional, también está presente la imposibilidad de conciliar el sueño, debido a que nuestra cabeza estará permanentemente llena de preocupaciones, imágenes y problemas.
- Emociones negativas que no se logran superar y nos imposibilita seguir avanzando en nuestra vida cotidiana. Posteriormente, podemos experimentar sentimientos de indefensión.
- Razonamiento lento y confusión, olvidos permanentes de cosas básicas, esto como respuesta a la acumulación excesiva de preocupaciones en nuestra mente.
- Finalmente, nuestro cuerpo físico es afectado por diferentes quebrantos, todo debido a las alteraciones emocionales. Prácticamente, la totalidad de las personas que afirman padecer constantemente de estrés, manifiestan algún tipo de efecto negativo en su salud.

Respuestas positivas ante el cansancio emocional
- Básicamente, tenemos que aceptar que estamos afectados emocionalmente. De esta forma pasar a hacer un alto en la rutina, con el fin de incorporar nuevos hábitos de equilibrio y respeto hacia nosotros. Priorizar entre lo que nos exigen las otras personas y, nuestras necesidades reales. De esta manera, uno de los primeros pasos sería, darle la importancia que tiene reconectar con nosotros, con nuestro yo interior.
- Esquivar la cotidianidad y la presión diaria las horas que sean necesarias completa y adecuadamente. En la medida de lo posible, tomarnos tiempos libres para nosotros, para meditar, contemplar, caminar, compartir y demás.
- Sentir nuestras emociones, estar atentos a la voz interior que nos alerta, saber escuchar nuestras emociones y nuestro cuerpo, pues el organismo sabe activar sus alarmas cuando lo necesita.
- Crear nuevas rutinas enmarcadas en técnicas holísticas como la práctica del yoga y la meditación, la relajación, el mindfulness, entre otros.

Herramientas holísticas que nos permiten superar el cansancio emocional
- La meditación, en este momento haremos especial énfasis en la meditación como herramienta primordial para recuperar el equilibrio y superar el cansancio emocional. La meditación nos permite el control del estrés y la ansiedad, en la mayoría de los casos, sin tener que recurrir a depender de medicaciones adictivas. La meditación nos lleva a un excepcional estado de calma al equilibrar nuestros niveles de cortisol -hormona del estrés-. Fortalece el sistema inmunológico, mejora la calidad del sueño e incide en la salud general. Finalmente, la meditación nos hace más felices, empáticos y conscientes de nuestra espiritualidad.
- El mindfulness, las diferentes técnicas de relajación y la meditación son muy importantes como practica regular que nos facilita gestionar emociones como el miedo, mejorar el control mental y estimular la producción de neurotransmisores- relacionados con la memoria y la relajación-. Así como, prevenir la aparición de enfermedades y tensiones musculares.
- El reiki, muchas veces la energía vital, se nos bloquea o disminuye llevándonos en caída libre. Es allí, cuando el reiki o terapias de trasmisión y canalización de energía vital, nos aportan el equilibrio energético necesario para ayudarnos a alcanzar el bienestar espiritual, emocional y físico.
- Estimular una actitud positiva. Enfrentar los retos desde una óptica más calmada y serena. El conocimiento de nuestras emociones y como nos sentimos, nos dará una perspectiva sana sobre nuestra vida, desarrollando el crecimiento personal.
- Integrar conocimiento espiritual. El estudio de información espiritual, metafísica, holística y de autoconocimiento. Esto es muy importante, ya que solo teniendo una información diferente a la que hemos estado manejando lograremos cambios reales. Esto lo podemos lograr a través de terapias holísticas, lectura de libros, cursos, talleres.

Por todo lo anterior, en ocasiones, debemos detenernos un momento, desconectarnos de las situaciones, ambientes o personas con las que podemos estar generándonos estrés, este cambio podría dar a nuestra salud el empujón imprescindible.
Todas las prácticas anteriores, incluyendo, el yoga, el Tai Chi, el Chi kung, la aromaterapia, entre muchas otras disciplinas, son recursos que solos o combinados, además, acompañados de la diaria meditación, nos acercan a nuestro yo interior.
El abandono y alejamiento de nuestro yo interior es el principal factor que desencadena el desequilibrio emocional y espiritual con sus respectivas consecuencias en el ámbito de la salud física. Estas herramientas pueden servir de contrapeso a las situaciones caóticas que devienen en agotamiento emocional. De igual forma, las caminatas diarias, compartir con amigos y seres queridos, la empatía, el amor, la risa, el silencio, la contemplación de la naturaleza, las actividades de creación manual son también herramientas adecuadas para manejar el estrés y la ansiedad.
Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, damos a los otros y al planeta, nuestra mejor versión. Las terapias holísticas tienen el efecto de ofrecernos una cura duradera, preventiva, para toda la vida, si la incorporamos como un hábito. Te invito a probar mis terapias energéticas y de sanación en el barrio de salamanca en Madrid o en forma virtual.

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